15 de junio de 2014

Encuentro entre Fannie Escoulen, Antonio M. Xoubanova y Aleix Plademunt

Foto: MOB
















El 28 de mayo se inauguró GIGANTE, el proyecto de Aleix Plademunt y Antonio M. Xoubanova para 1+1=12. La apertura de la sala estuvo acompañada de una charla entre la comisaria Fannie Escoulen y los fotógrafos.
 

Escoulen comenzó el encuentro hablando de la exposición que ella misma había comisariado en Le Bal (París), llamada La Jeune création, en 2013 que recogía el trabajo de Xoubanova y Plademunt además del de Ricardo Cases y Óscar Monzón, miembros todos del colectivo AMPARO. Aprovechó para hablar de esta fuerza colaborativa tan importante que rodea a la fotografía española.
 

Plademunt explicó a continuación cómo fue el arranque del proyecto: al principio tenían varias ideas que no terminaban de concluir pero pronto decidieron partir del cuento Una vida ejemplar de Borja Bagunyá debido a la historia que transmitía, las diferentes capas de significado que contenía y la descripción fotográfica que se hacía de las cosas. Escoulen no tardó en remarcar la importancia de este texto y la interpretación libre que los autores habían hecho de él. Xoubanova, reafirmando su valor, explicó que el cuento habla de un niño que va creciendo de manera desmesurada hasta que ya no cabe en su casa resaltando así el ser distinto, el no encajar en la sociedad. Una historia cuyas interpretaciones son además múltiples.
 

Escoulen subrayó el significado político tanto del texto como de las diferentes piezas además de la relación entre ellas y su complementariedad. Xoubanova explicó en este sentido que la fotografía le interesa por el poder que tiene para transformar la realidad y en este proyecto transformaron la realidad como a ellos les gustaría que fuera, actuando como los políticos pero estos con la palabra y los fotógrafos con la imagen.
 

Plademunt señaló que lo que hacen es un paralelismo donde el gigante es la propia realidad y el edificio es la política y el niño la sociedad. Xoubanova explicó que al hacer los edificios ministeriales de una de las piezas de igual tamaño que las personas de las fotografías del mosaico se está haciendo “una especie de democracia visual”. Se fotografían todas las personas al mismo tamaño otorgándoles así la misma importancia. Además las fotografías se hacen en blanco y negro porque para ellos el color puede hacer que resalten ciertos puntos del mosaico.
 

Plademunt prosiguió hablando de la tercera instalación: la fotografía a gran escala de un castillo de arena derruido que resume las otras dos piezas y representa además las construcciones de la ciudad que pueden llegar a ser efímeras en función de los gestos que la sociedad realice.
 

Para Escoulen el punto en común de estos autores, según lo que pudo percibir en la exposición de Le Bal y en esta del Institut Français, es la narración, la historia y la poesía que se esconden tras las imágenes.  Plademunt, sin embargo, resaltó la importancia de la idea: “los trabajos normalmente están pensados como libros y lo que hacemos al trasladar las fotos a la pared es intentar que transmitan la misma idea o que incluso la potencien”. En GIGANTE las tres piezas se enlazan por conceptos. Como señala Xoubanova, “hay algunas imágenes que sirven para hacer esos enlaces existiendo así nexos muy sutiles pero que no llegan a ser narrativos”.
 

Plademunt resaltó la importancia del espectador de generar ideas y conceptos propios a partir de la contemplación de la obra así como la importancia del proyecto 1+1=12 como laboratorio experimental donde probar, equivocarse y generar una idea común con el compañero. Respondiendo a la pregunta de Escoulen sobre la posibilidad de continuar este proyecto conjunto ambos autores respondieron que sí, ya que les gustaría realizar varios micro-proyectos desde diferentes ángulos reforzando la idea de GIGANTE.
 

Escoulen quiso saber sobre las posibles confrontaciones entre los fotógrafos debido a las diferentes maneras de enfrentarse a la crítica política de cada uno. Para Xoubanova ha sido el resultado de una pataleta, hacer algo de manera sencilla y directa,  y para Plademunt la manera de expandir una queja constante en la sociedad. “La idea de tener uno de los edificios de poder (el tribunal supremo) en frente de la sala de exposiciones fue clave para empezar a trabajar”, comentaron.
 

Los fotógrafos explicaron que el póster, que se puede adquirir en la web de Ca l’isidret Edicions y que se vendió durante la inauguración, nació de la idea de hacer algo que resumiese el concepto y que perdurase a una exposición que sólo duró dos semanas.
 

Al final del encuentro se dio paso a la intervención del público y Antonio Tabernero preguntó por el sentido material de la exposición. Plademunt explicó que para él la exposición no es material sino experiencial: la idea del recorrido de las piezas está hecha para que el espectador se sienta grande frente a los edificios ministeriales o para que sienta la igualdad del individuo. Escoulen concluyó la charla haciendo hincapié en el esfuerzo y resistencia de la fotografía española actual así como en la red de editores y comisarios que la rodean, animando a que continúe y se expanda.

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