28 de mayo de 2014

"Una vida ejemplar" de Borja Bagunyà + GIGANTE de Aleix Plademunt y Antonio M. Xoubanova

Aleix Plademunt + Antonio M. Xoubanova
Hoy a las 19:30 se inaugura GIGANTE de Aleix Plademunt y Antonio M. Xoubanova. A las 20:00 los autores charlarán con la comisaria Fannie Escoulen. Os dejamos el comienzo del cuento "Una vida ejemplar" de Borja Bagunyà que dio origen al proyecto. Esta tarde conoceremos el desenlace.
 

"Nació con cuatro quilos setecientos y fue, consecutivamente, la cosita preciosa, el primer hijo de Cardona, el sobrino de Marina, el rey de la casa, el más valiente de todos, el que ha pegado un buen estirón, el más alto de la clase, el niño más grande que he visto en mi vida, el que creemos es un caso de gigantismo elefantiásico, el que preocupa un poquito a los padres, el piernas, el avestruz, la pobre bestia, ni gigantismo ni elefantiasis, el tema para una investigación, la portada y primera plana de todos los diarios de la ciudad, el récord Guinness de altura y de anchura humanas y el gigante de la Guineueta, la sensación de este último año, Martí Cardona. 

Quien primero se hizo eco fue un pequeño diario sensacionalista que presentó a Martí a través de una serie de comparaciones desafortunadas. En una de elles, aparecía con unos dos años y medio y una envergadura capaz de abrazar un sofá de dos plazas. Los dos metros y medio que marcaba antes de hacer los cinco años y los cuarenta quilos seiscientos que acreditaba una de tantas revisiones pediátricas dividían a los entendidos entre los partidarios de la acromegalia y los de la elefantiasis. Los primeros decían de los segundos que cuando encontrasen alguna obstrucción en los vasos linfáticos, o la razón de cómo un crío de la Guineueta podía haber entrado en contacto con los parásitos de la filaria, podrían empezar a hablar de ello con seriedad y los segundos,de los primeros, que no había habido en la historia un caso documentado de crisis tan agudas como las de Martí. Ningún caso todavía, pensaban los otros, y con ganas de ser ellos los quienes firmaran este primer documento, se presentaban en casa de los Cardona a ofrecerse encantados de hacerse cargo del caso de su hijo (habitualmente, la madre les dedicaba un ratito e incluso unas galletitas de mantequilla antes de acompañarlos hacia la puerta y decirles gracias por las molestias pero supongo que lo entenderán).
 

Bastante trabajo tenían con alimentar a Martí. Para poder pagar la cantidad de comida que exigía un estómago como el del crío, la madre tuvo que pedir hacer más horas en la tienda y el padre buscó un segundo empleo; que la escuela se declarase incapaz de acogerlo por problemas de infraestructura los obligó a repartirse las horas y a buscar a alguien que estuviese con Martí en casa mientras ellos estaban fuera (de vez en cuando, Marina, encantada de hacerle de canguro, pero luego el tío Julià y, al final, quien pudiera y le apeteciera). Cuando se vieron desbordadas las XXL de todas las marcas industriales – e, incluso, las XXXL relaxed fit que le importaba la señora Mònica de una casa especializada–, la madre encargó a un sastre de confianza algunos conjuntos de pantalones, camiseta interior y camisa de algodón que duraron el tiempo que se tarda en lavarlos, y plancharlos un par de veces, total una semana larga antes de que se hiciera un desgarro en medio de la espalda o el bíceps de Martí sobrepasara la anchura de la manga. El cuerpo de Martí crecía exponencialmente o no, se inflaba, decía la madre, y, como no era suficiente el precio de amigo que les ofrecía el sastre, la madre tuvo que rescatar los conocimientos de costura que había aprendido de la abuela y sacar del Indio inmensas extensiones de tela –generalmente, una mezcla de algodón y poliéster de azul diplomático, pero de vez en cuando una de algodón y viscosa que Martí celebraba batiendo una manaza contra la otra–, telas con las que sólo sabía confeccionar batas y túnicas, en realidad, tampoco le hacía falta según que".
 

(Fragmento de "Una vida ejemplar" de Borja Bagunyà).

22 de mayo de 2014

Encuentro entre André Frère, Roger Guaus y Juan Valbuena


Foto: Mercedes Cosano












El miércoles 14 de mayo se inauguró Contact, Complot, Combat de Juan Valbuena y Roger Guaus. Como cada presentación del ciclo 1+1=12. Encuentros de Fotografía Contemporánea se acompañó de una charla entre los autores y un ponente del medio fotográfico francés, esta vez el editor André Frère.

Frère comenzó la charla hablando de la concepción y construcción de este proyecto fruto de una iniciativa de diálogo. La proposición presenta numerosas imágenes sobre cinco mesas - que el público puede mover y recolocar- y una propuesta más cerrada sobre el muro. Cada mesa encierra una temática y contiene los textos que se intercambiaron Valbuena y Guaus durante meses y dan forma al proyecto. Los trabajos de los dos autores están confrontados y algunas veces mezclados y al llegar al final te das cuenta, comentaba el editor, que “hay dos personalidades diferentes detrás de cada trabajo”. La muestra, muy pedagógica, permite hacer comprender al público general que la fotografía no es sólo imagen.

Valbuena y Guaus explicaron a continuación cómo había surgido el proyecto y cómo se había gestado ese intercambio de e-mails y fotografías durante meses. El punto de partida giró en torno al tema de la autorreferencialidad: cómo los fotógrafos se construyen ante el mundo, qué fotógrafos tienen de referencia, quiénes son y cómo se fotografían realmente… En este intercambio surgen cuestiones que les preocupan de la fotografía. Guaus expone su crítica - y también autocrítica-  sobre la falsa intimidad de la fotografía, una conducta que considera casi estrictamente estética. Lo llama pseudo-intimidad: “ficciones que creamos a partir de actos privados surgidos de una cierta espontaneidad”. Este tema coincide con la segunda mesa donde Valbuena expone un diario de viaje y Guaus expone su “Diari intím”, donde intenta romper la máscara de fotógrafo. La tercera mesa trata el tema de la fotografía en general y Guaus, en la correspondencia, aprovechó para cuestionar la tendencia del fotógrafo a mirar y criticar las actitudes de los otros.

Valbuena habló después de la cuarta mesa que corresponde al viaje, donde es posible la mezcla entre ambos fotógrafos, y se entiende bien el concepto de mesa de edición que se ha querido otorgar al dispositivo expositivo. Explicó que, a priori, el viaje es el motor de contacto con los otros, sin embargo su concepción es diferente para los dos autores ya que para Guaus no es imprescindible. Por otro lado, la quinta mesa manifiesta las diferentes maneras de trabajar de cada autor: Valbuena necesita planificar, poner un título y saber qué es lo que va a hacer. Guaus, en cambio, genera imágenes y después las organiza formando una narración.

Después de esta aproximación a la disposición de la exposición Frère comentó a Guaus que, aunque su trabajo difiere del de Valbuena, también tiene algo de documental. Guaus explicó que su intención no es documentar a los demás y que tiene muchas dudas sobre fotografiar a terceros aunque, viendo el trabajo “Salitre” de su compañero, reconoce que puede haber trabajos honestos y creíbles. En este sentido Valbuena explicó la dificultad de hacer fotografía en tercera persona y las dudas sobre cómo tratar al otro: “por eso a veces lo mejor es pasar la cámara a quien vas a fotografiar”. El trabajo “Salitre” está realizado así y lo que conforma es una múltiple narración.

En la segunda parte de la charla el público pudo intervenir y Carlos Spottorno rebatió la postura de Guaus explicando que “el fotógrafo sí tiene una legitimidad frente a las cosas ajenas porque ofrece un punto de vista que permite no caer en la atrofia intelectual”. Guaus por su parte explicó que no le gustan los fotógrafos que se creen sociólogos o antropólogos: “no sé si realmente están interesados en ese comportamiento”. Spottorno explicó que después de ver las tres piezas de “Diari intím” de Guaus – que contienen las cuentas bancarias del autor- comprende su posicionamiento. Valbuena explicó que cuando vio este diario, un trabajo que muestra lo que duele y de verdad cuesta enseñar, entendió por completo su postura.

La charla se cerró resaltando la labor de editores de los tres ponentes. Frère explicó que el oficio de editor es muy rico y extraordinario pero también peligroso. Repasó los puntos que se deben seguir desde este oficio: “primero hay que sumergirse en el trabajo del fotógrafo y hacer muchas contraposiciones, después entrar en el interior y ponerse al servicio del autor y finalmente pensar en la venta porque la difusión es una cuestión muy importante”.

Valbuena explicó que con su editorial Phree, con la que lleva dos años, elige pocas librerías para poder trabajar con ellas una a una. El fotógrafo considera que la mejor red de distribución es PayPal junto a un servicio de mensajería. Guaus - que considera que el mercado de los libros de fotografía no existe más allá de los propios fotógrafos- explicó que la editorial Ca l’Isidret que comparte con otros dos fotógrafos (Juan Diego Valera y Aleix Plademunt) es un instrumento de difusión del trabajo de los propios editores que les permite poder hacer nuevos trabajos.

14 de mayo de 2014

"Contact, Complot, Combat" de Juan Valbuena y Roger Guaus.

Juan Valbuena. Roger Guaus.
















 “Te conozco sin conocerte desde hace años, hemos compartido territorios, ideas, libros y amigos sin apenas darnos cuenta”, así comienza la correspondencia entre dos autores tentados a dialogar con la palabra y la fotografía.

Valbuena y Guaus comparten reflexiones, intimidades y confesiones a través de textos e imágenes de su archivo retándose a sí mismos y al otro. La propuesta incide en la participación activa del espectador que asiste en directo a un proceso de edición abierto. Los fotógrafos, ambos también editores, exponen sus intercambios mezclando sus imágenes en las mesas y las paredes de la sala, desarrollando discursos cruzados y paralelos. Varios bloques nos acercan a los diferentes temas tratados que van de lo personal a lo fotográfico.

Con este proyecto los autores se sinceran compartiendo sus inquietudes, héroes, tópicos, dudas y pensamientos invitando al espectador a introducirse en una especie de diario a dos bandas donde las palabras van sugiriendo nuevas fotografías y viceversa. 

(Fotos aquí). 

Roger Guaus

(Barcelona, 1972). Formado en Ingeniería de Telecomunicaciones. Fue miembro del desaparecido colectivo europeo SMOKE. En el año 2012 creó la editorial Ca l'Isidret Edicions con los fotógrafos Aleix Plademunt y Juan Diego Valera.

Algunos trabajos son Paris et moi (2005), Reeling (2006), Arles (2005-2007), Hunter Hunter (2005 -2008), Résidence Marseille (2009), Arrelat (2005 -?), Diario de un fotógrafo (2009-2010),  Movimientos de Suelo (2011), El creyente (PES/01 Standard Illustrated Books, 2012), Lo inalcanzable (Ca l'Isidret Edicions, 2012), The Hub (2013).

Su obra se ha mostrado en diferentes galerías, festivales y ferias en Europa, Estados Unidos y América del Sur.

Juan Valbuena

(Madrid, 1973). Físico de formación, es fundador de la agencia NOPHOTO, profesor en el Master Internacional de Fotografía EFTI y director de la editorial PHREE. Ha recibido diferentes premios como: Beca Fotopres´01, Descubrimientos PHotoEspaña (2001), seleccionado en Generación de CajaMadrid (2012) o nominado para el World Press Photo Masterclass (2004).

Sus trabajos más representativos son La Ancha Frontera (1999 – 2009), Noray (PHREE, 2012), Salitre (2009-12), Un Lugar de La Mancha (iniciado en 2006) o el recién iniciado proyecto Anomalías.

Ha realizado exposiciones en diferentes salas como Matadero Madrid (2007), CaixaForum Barcelona (2010), Museu de Historia de Valencia (2005), y el Instituto Cervantes de Londres (2009), Roma (2009) Beirut (2009), México D.F. (2008), Sao Paulo (2008) o Miami (2009).

12 de mayo de 2014

"Porno miseria" de Óscar Monzón y Fosi Vegue

El título de este proyecto hace referencia al término (porno-miseria) utilizado en Colombia en los años 70 para criticar una serie de películas en las que los directores se aprovechaban de la pobreza y la miseria humana para ganar dinero y reconocimiento internacional.  

Actualizando y enfrentando el término al contexto socioeconómico actual, los autores muestran textos reales encontrados en la red describiendo situaciones de explotación. Ante la ausencia de fotografías que suelen acompañar este tipo de anuncios, el espectador inevitablemente genera el equivalente visual y una opinión o juicio sobre lo que lee y proyecta, haciéndose responsable de la imagen que genera.

“El soporte real de esta muestra no son las paredes de la sala sino el espacio interno del visitante, en quien queremos dejar una huella en forma de imágenes de los protagonistas, contextos y situaciones derivadas de los textos”.

FOSI VEGUE

(Talavera, 1976). Licenciado en Historia del Arte. Fotógrafo miembro del colectivo
BlankPaper desde su creación en 2003. En 2006 funda BlankPaper Escuela de la que es profesor y director. En la actualidad realiza XXYX, un proyecto que aborda el profundo vacío de las relaciones humanas y el uso por el sistema del sexo y de la información como estrategias de control.

En 2005 obtiene la beca FotoPres de la Fundación La Caixa para concluir el proyecto Extremaunción y años más tarde recibe el FotoPres ’09 para realizar Grandes éxitos. Fue finalista en Descubrimientos PhotoEspaña 2010 y Premio de Fotografía Documental ARCO’07. Ha expuesto en Galería Olido de Sao Paulo, Edificio Tabacalera y CaixaForum en Madrid y en Barcelona.


ÓSCAR MONZÓN

(Málaga, 1981). Estudia fotografía en la escuela Arte 10 de Madrid. Es miembro del colectivo Blankpaper desde su fundación y profesor de la misma escuela desde 2005. En la actualidad desarrolla diferentes proyectos personales en fotografía, vídeo y arte sonoro.

En 2006 realiza Las Puertas de París con una beca del Ministerio de Cultura. También ha recibido la beca de la Fundación Temas de Arte, el premio autor joven del XIX Caminos de Hierro y resultó finalista en Descubrimientos PhotoEspaña 2011. En 2013 gana el First Book Award de París Photo/Aperture Foundation con su libro Karma. Ha expuesto su trabajo en salas como Conde Duque y Antigua Tabacalera en Madrid, Le-Bal y RVB Gallery en París, en la Galería Olido de Sao Paulo o Centro Cultural de España en México D.F.


(Fotos aquí). 

10 de mayo de 2014

Encuentro entre Jean-Marc Lacabe, Fosi Vegue y Óscar Monzón

Foto: Mercedes Cosano.








El 24 de abril se presentó Porno Miseria, el cuarto proyecto del ciclo 1 + 1= 12.Encuentros de Fotografía Contemporánea en el Institut français de Madrid. La apertura se realizó con una charla entre los fotógrafos, Fosi Vegue y Óscar Monzón y el director de Le Château d'eau de Toulouse, Jean-Marc Lacabe.
Lacabe comenzó hablando del título de la exposición, Porno Miseria, que se refiere el nombre de un movimiento de cine colombiano de los años 70 que expresaba su rechazo a una serie de directores que se aprovechaban de la pobreza y la miseria humana en sus películas. 

Monzón y Vegue proponen eliminar la imagen y colocar en la pared textos de anuncios encontrados en Internet que ofrecen o solicitan intercambios sexuales a cambio de dinero u otros bienes donde se puede percibir una dramática llamada de ayuda o socorro.

Monzón explicó que era un tema que ambos autores habían abordado desde diferentes perspectivas. Los dos trabajan en diferentes proyectos sobre el límite de lo íntimo, el morbo y el voyeurismo. En su caso, se había dado cuenta de que “algo que, en teoría, se debe esconder en un supuesto mensaje erótico - como es una situación de miseria o pobreza - no sólo no se ocultaban si no que se mostraba como un elemento de morbo para el consumidor de pornografía”.
Vegue señaló que no querían trabajar como editores eligiendo las fotos que acompañan a estos anuncios y entendieron que utilizar sólo los textos era una postura más neutral. Las imágenes podían ser entendidas como una posición de juicio frente a esa realidad. A partir de la lectura de esas frases vas imaginando cómo son esas personas y generando una imagen de la situación social. Los fotógrafos consideran que estamos anestesiados a las imágenes por lo que el texto podría ser más chocante.

Monzón y Vegue explicaron que se consideran simples catalizadores de una realidad que está ahí, recolectores de algo que ocurre pero sin heroicidad. Monzón recordó que incluso eliminaron sus nombres del título de la exposición ya que no estaban seguros de considerarlo una propuesta artística.
En esta charla hubo una alta participación del público que contribuyó a mantener vivo el debate. Por ejemplo, el fotógrafo Antonio Tabernero retó a los autores a producir esas imágenes ya que consideraba que "no hacerlas era lo más sencillo y, precisamente como fotógrafos, debían generar esas fotografías". Gonzalo Romero defendió el proyecto argumentando que las imágenes existían en la mente del espectador evitando así lo obvio, escabroso y fácil y generando una distancia con respecto a la obra.

Asimismo, Tabernero explicó que este proyecto tenía sentido debido a que todos somos una especie de viciosos o miradores visuales. Al contrario, Monzón apuntó que, "en general, la gente no mira la realidad ya que somos más viciosos con la realidad virtual. Este proyecto en el que no hay nada que mirar te obliga a hacer el proceso contrario permitiendo el descanso visual y la reflexión".
El fotógrafo Daniel Mayrit señaló que, en su opinión, "estamos más expuestos al texto porque percibimos la contaminación de la imagen pero no la contaminación del texto ya que está demasiado interiorizada". Esta reflexión generó un debate en torno a la imagen y la palabra que se alargó hasta el final del encuentro y en el que participaron varias personas del público. Gonzalo Romero, por ejemplo, comentó lo desvalidos que estamos frente a la imagen y cómo nos engañan con ella. Asimismo, Olmo González explicó que la falta de tiempo que tenemos para reflexionar en la actualidad es la causa del aumento del uso de la imagen. Alejandro Marote, por otro lado, expuso su inclinación hacia un lenguaje visual más simbólico y reposado capaz de generar emociones, al igual que lo hace la poesía.

Lacabe concluyó el debate valorando este proyecto artístico como generador de interrogantes y lugar para la reflexión. Una propuesta abierta que busca deshacerse de la imagen predeterminada para cuestionar tanto la fotografía como el contexto social en el que vivimos actualmente.

8 de mayo de 2014

Arrancando "Contact, Complot, Combat"

Roger Guaus y Juan Valbuena ya están ultimando los detalles de su proyecto Contact, Complot, Combat que podremos ver el próximo día 14 de mayo en el Instituto Francés. Una correspondencia a través de texto y fotografía donde ambos autores se retan y nutren del otro.